“La juventud cada vez lee menos”, “Los adolescentes no saben lo que es un libro”, “Se pasa el día con la maquinita”. No seamos catastrofistas, amigos, lo mismo nos decían nuestros padres hace 20 años. Yo fui una adolescente en los 90, y no todos mis amigos ni conocidos disfrutaban con la lectura en sus ratos de ocio. Unos jugaban a los videojuegos, otros iban a las salas de juegos, y otros, simplemente, no hacían nada. Pero siempre había alguien que devoraba literatura con pasión. Así que nunca debemos generalizar. Porque cuando encuentras un libro que te atrapa como lector adolescente (o pre-adolescente), esa sensación, ese cosquilleo que sientes cuando disfrutas de una lectura, no te va a abandonar mientras vivas. Lo digo por experiencia.
El hábito de lectura, que se va iniciando durante la infancia, se desarrolla paulatinamente con la inestimable colaboración de profesores y padres (cuando se da el caso, claro). Pero en general, los adolescentes suelen aborrecer la lectura porque se ven obligados a enfrentarse a grandes obras de la literatura, la mayoría de las veces un tanto desfasadas y, en consecuencia, no escogen la lectura como hobby. Así que, si queremos captar su atención quizá deberíamos ofrecerles la posibilidad de leer historias con las que se sientan identificados. Y por suerte, esto podemos hacerlo en casa.
Según el profesor Adolfo Díaz Martín, entre los beneficios que la lectura aporta a las jóvenes mentes podemos citar los siguientes:
- La lectura no solo proporciona información, es decir no solo instruye, sino que nos educa, creando hábitos de concertación, análisis, reflexión, esfuerzo y recrea, hace gozar, entretiene y distrae.
- La lectura ayuda al desarrollo y perfeccionamiento del lenguaje.
- Potencia la capacidad de atención, observación y concentración.
- La lectura es un medio de entretenimiento y distracción que relaja y divierte.
- La lectura es una afición para cultivar en el tiempo libre, un hobby para toda la vida, una necesidad que hay que trabajar constantemente en las escuelas, una herramienta útil y básica para la buena formación humana e intelectual de la persona.
Visto lo visto, sólo podemos añadir que si queréis que vuestros hijos, sobrinos, hermanos o amigos se lo pasen bien, aprendan, imaginen y se desarrollen al máximo como seres humanos debéis animarles a leer. Y esta selección de libros que os recomendamos a continuación seguro que atrapará al más escéptico adolescente.
Escrita por dos de los más afamados autores del género fantástico, esta novela llena de ironía y humor nos presenta una alianza insospechada de dos amigos-enemigos que deben hacer frente a un inminente Apocalipsis. Risas aseguradas.
Un clásico de las novelas de aprendizaje (bildungsroman) que, a pesar de haberse publicado en la década de los 50, sigue vigente hoy en día al tratar temas tan “adolescentes” como el primer amor, el sexo y la búsqueda de la propia identidad. Indispensable.
Escrito por uno de los referentes del humor satírico de nuestra época, esta novela nos adentra en la vida de Abby Normal, una adolescente gótica y aspirante a vampira que vivirá sus mejores momentos en un San Francisco plagado de gatitos chupasangres. Amor, vampiros y carcajadas a saco.
El mismo autor de la lacrimógena Bajo la misma estrella, nos cuenta la historia de Quentin y su misteriosa vecina Margo. Y lo que ocurre cuando ella desaparece y él se ve arrastrado a una aventura que le hará recorrer el país buscando a su verdadero amor. Amistad, amor y aventura a partes iguales.
En el apartado de cómic, encontramos esta mezcla perfecta de humor, fantasía y amistad, donde unas aguerridas campistas se enfrentan a todo tipo de animales monstruosos mientras resuelven misterios con la maestría de un detective profesional.